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    NUEVA YORK, NY, 24 de junio de 2024 – Un nuevo estudio, “Structured Expert Judgement Approach of the Health Impact of Various Chemicals and Classes of Chemicals“, publicado en PLOS ONE evalúa la mortalidad mundial por dieciséis contaminantes químicos.

    El estudio fue realizado por un equipo internacional de expertos en medio ambiente y salud para abordar la necesidad de priorizar las intervenciones en relación con los contaminantes químicos, un creciente problema de salud mundial. Los autores examinaron las repercusiones en la salud de estos contaminantes químicos ampliamente extendidos mediante la metodología del Juicio Estructurado de Expertos (SEJ).

    El proceso SEJ puso de manifiesto que el plomo, el amianto, el arsénico y los plaguicidas altamente peligrosos (HHP) son las sustancias químicas con mayor impacto sobre la salud en términos de mortalidad. El plomo es, con diferencia, el producto químico más preocupante, con una media estimada de 1,7 millones de muertes anuales, lo que sugiere la necesidad urgente de intervenciones específicas. Le siguen en impacto el amianto, el arsénico y los PAP, responsables cada uno de ellos de entre 136.000 y 274.000 muertes al año. Se calcula que ninguna de las demás sustancias o clases de sustancias químicas causa más de 100.000 muertes al año.

    “El método del Juicio Estructurado de Expertos (SEJ, por sus siglas en inglés) nos permite sintetizar el conocimiento de los expertos de forma sistemática, superando las barreras habituales que suponen los datos incompletos”, explica Rich Fuller, Presidente de Pure Earth y coautor del estudio. “El SEJ es un enfoque pionero, que proporciona un modelo valioso para abordar retos similares en las ciencias de la salud ambiental”.

    La contaminación química sigue planteando graves amenazas tanto para la salud humana como para el medio ambiente. Dada la escasez de recursos, es imperativo centrarse en los contaminantes con mayor impacto sobre la salud. Rara vez se dispone de datos sobre la mayoría de las sustancias contaminantes, sobre todo en lo que respecta a la exposición química, por lo que enfoques alternativos como la SEJ son fundamentales para evaluar sus efectos.

    La autora principal, la Dra. Deniz Marti, investigadora postdoctoral asociada del Instituto de Tecnologías Creativas de la Universidad del Sur de California, afirma: “Es necesario concentrar los recursos en los contaminantes más perjudiciales, lo que podría orientar a los organismos internacionales y a los gobiernos a la hora de asignar sus esfuerzos de forma más eficaz”.

    Esta investigación utilizó el proceso SEJ para estimar el impacto en la salud mundial -tanto muerte prematura como discapacidad (AVAD)- de 16 contaminantes o clases de contaminantes críticos: amianto, arsénico, benceno, cromo, cadmio, dioxinas, flúor, plaguicidas altamente peligrosos, plomo, mercurio, hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), policlorobifenilos (PCB), sustancias perfluoradas y polifluoradas (PFA), ftalatos, alteradores endocrinos (EDC) y retardantes de llama bromados (BFR).

    “Este estudio proporciona un método muy necesario para priorizar los contaminantes químicos en función de sus efectos sobre la salud. Esto es importante para las estrategias y la elaboración de políticas de salud pública a escala mundial, especialmente en torno al recién creado Marco Mundial sobre Contaminación y al Panel de Política Científica sobre sustancias químicas que se está diseñando actualmente”, afirma David Hanrahan, asesor técnico principal de Pure Earth.

    Los autores proporcionaron estimaciones sobre las probables consecuencias para la salud de cada contaminante, cuantificadas en muertes prematuras y años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD). El proceso ponderó estas estimaciones basándose en los resultados de cada experto en ejercicios de calibración, lo que aumentó la credibilidad y precisión de los datos resultantes.

    “El impacto del plomo es sencillamente asombroso, e indica que puede tener tanta repercusión en la salud como todas las demás sustancias químicas juntas”, afirma el Dr. Jack Caravanos, asesor técnico principal de Pure Earth. “Por supuesto, más investigaciones podrían encontrar otros impactos sustanciales en la salud que aún se desconocen; esta revisión se basa en los conocimientos actuales”.

    La investigación indicaba además una disparidad en el impacto geográfico de estas sustancias químicas, observándose una carga más importante en los países de ingresos bajos y medios. Los autores recomiendan que el proceso SEJ se repita periódicamente para incorporar nuevos datos y la evolución de los conocimientos científicos. Esta evaluación continua es esencial para que la priorización de las intervenciones químicas siga siendo pertinente y basada en pruebas. El estudio también subraya la necesidad de seguir investigando y vigilando, especialmente en el caso de sustancias químicas como los AGP y los EDC, cuyos efectos actuales son menos conocidos pero potencialmente significativos.

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    Sobre Pure Earth

    Fundada en 1999, Pure Earth es pionera en el desarrollo de soluciones basadas en pruebas para la intoxicación y la contaminación por mercurio y plomo. Guiados por nuestro compromiso con la transparencia, la colaboración, la medición del impacto y la excelencia técnica, Pure Earth trabaja con socios de todo el mundo para abordar de forma sostenible las causas profundas de la contaminación por plomo y mercurio. Trabajamos con gobiernos, comunidades e industrias para identificar y aplicar soluciones que pongan fin a las exposiciones tóxicas, protejan la salud y restauren el medio ambiente. Más información en www.pureearth.org.

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